La divinidad me concedió la gracia de amplificar su visión en mi alma y mi conciencia amplificada y en visión pude ver la totalidad de la circunferencia de la Tierra desde el espacio.

Y luego en visión y en espíritu puede abarcar todo el interior del magma líquido del centro de la Tierra y sus múltiples ramales que vienen desde el centro hacia la superficie terrestre o el subsuelo de los mares.

Mi fracción de alma se fundió dentro de la lava ardiente rojiza que no me hacia daño. Y vi el núcleo quebrado o rajado formando grietas dentro del interior de la Tierra.

A la mitad entre la superficie terrestre y el núcleo ígneo central también esta cuarteado, gigantescas grietas como ramales por donde circula la lava que viene del núcleo central pude ver que se proyectaban hacia el subsuelo marino y hacia los cinco continentes como hacia los dos polos.

Infinidad de grietas gigantescas por donde asciende la lava hirviendo y forma pequeños, grandes y gigantescos lagos de lava que los científicos llaman calderas de lava subterráneas.

Todo el interior del subsuelo profundo de nuestro planeta en sus cuatro puntos cardinales y en toda su circunferencia está agrietado y por el circula la lava que viene del centro del núcleo terrestre.

A profundidad media entre el núcleo central y la superficie de la tierra, toda la base circular se encuentra totalmente formada por gigantescas grietas interiores (muy distintas a las grietas de la falla de San Andrés).

El asentamiento o base de los cinco continentes ha perdido la estructura de su solidez y están partidos en la base pétrea que los sostiene por las grietas subterráneas que vienen desde el centro de la Tierra.

Con la guerra atómica y biológica se desatará el pandemonio que coincidirá con el acercamiento del gigantesco planeta Hercolubus a nuestro afligido mundo.

Estos eventos apocalípticos harán que parte del fuego liquido del núcleo hirviendo brote a la superficie formando millares de volcanes en todos los continentes y lechos de los mares tal y como nos lo dice nuestro amado Patriarca Samael.

HAY, HAY, HAY , DE NOSOTROS LOS MORADORES DE LA TIERRA

Fraternalmente

Fernando Moya